México y un poco de nieve


La nieve es formada cuando la temperatura atmosférica llega a ser de cero grados Celsius o incluso menos y cuando hay humedad. Cuando se habla de nieve hablamos de una precipitación sólida, debido a que el agua cae en forma líquida, pero con temperaturas inferiores a los 0°C, las gotas se cristalizan. Así que los copos de nieve se forman cuando los pequeños cristales chocan entre sí y quedan unidos.



A pesar de que el clima en México es considerado como caliente y templado, hay lugares que son la excepción ya que nuestro país tenemos una gran cantidad y variedad de paisajes que hacen a nuestra naturaleza rica y contamos con la suerte de que hay varios lugares donde puedes conocer la nieve sin tener que viajar o salir del país y así descubrir sitios increíbles.

Arteaga, Coahuila es el Pueblo Mágico mejor conocido como la “Suiza mexicana”. Ubicada en las afueras de Saltillo, es uno de los pocos lugares en los que tendrás la oportunidad de hacer esquí o snowboard. Disfrutarás más de tu estancia quedándote en una pequeña cabaña durante el fin de semana y así podrás contemplar las calles cubiertas de nieve.

Chihuahua es uno de los estados en los que más nieve cae, sobre todo en la Sierra Tarahumara y el poblado de Creel, que se ubica a tres horas de la ciudad de Chihuahua. Está el famoso recorrido en tren del Chepe que, si lo tomas en invierno, te regalará una hermosa vista de pinos nevados y cascadas y lagos congelados.

Ubicado a una hora de la ciudad de Tlaxcala se encuentra el volcán Malintzin, el cual se ha convertido en uno de los destinos favoritos para el montañismo y para poder pasar inolvidables momentos con la familia y amigos. Muy cerca podrás encontrar lugares para poder hospedarte que ofrecen varias actividades para disfrutar del hermoso paisaje.

Ya está aquí el invierno y esta estación se caracteriza por tener escenarios naturales tan dramáticos y paisajes inquietantes los cuales han protagonizado piezas de arte de todo tipo como el relato La Tormenta de nieve de León Tolstoi donde el autor escribió a propósito del frío: “La borrasca se intensificaba por momentos y caía una nieve menudita. Probablemente había empezado a helar. Sentí frío en la nariz y en las mejillas. La corriente de aire que penetraba cada vez con más frecuencia bajo mi pelliza me obligó a arrebujarme bien.”



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